El dialogo como experiencia significativa. 
por: Jaime Izaguirre.

Diálogo como arte, registro de la acción:  https://www.youtube.com/watch?v=rK3RBwSrqW4&feature=player_embedded

Allan Kaprow fue un artísta que buscó acercar su producción y reflexión artística a la vida; su aporte más conocido fue fundar los happening, y termina su vida dando clases y conferencias a grupos reducidos, cuyos participantes comparten un interés común, creando por ende espacios donde la experiencia puede ser significativa para la mayoría de los participantes. Su forma de trabajar y pensar nos invita a alejarnos del Arte, y trabajar/investigar en la frontera entre aquello que “no-es-del-todo-arte” pero que tampoco “es-del-todo-vida”, y una de las principales ideas que nos da para hacerlo es: “observar la vida y utilizar pautas desarrolladas mediante “una articulación de experiencias significativas para la vida ordinaria”. Uno de sus happenings-talleres fue: barrer el patio del CCCB (taller en Barcelona, 1995)  esta acción precisa un desplazamiento mental, ya que barrer sigue siendo una acción cotidiana. En el libro La Educación del Des-artista, se menciona como los readymades de Duchamp tienen este mismo efecto, al re-contextualizarse. Y aunque esto pueda provocar la pregunta ¿a qué se está llamando “vida”?, se vuelve irrelevante cuando hablamos de “experiencia”, es decir de una forma de “vivir la vida”, por lo que éstas han de ser “significativas”,  y por lo tanto, ligadas a intereses y obsesiones individuales, las cuales se cultivan socialmente. 

Para tratar de dar sentido a esta idea, puede ser necesario proponer una definición de “experiencia significativa”, y para ello se retomará una idea que plantea Canmitzer hablando del aprendizaje artístico y asumiendo su rol como docente: “lo importante es ayudar a una formación ética; a subvertir el pensamiento haragán convencional, que se nutre de los estereotipos y pretende lograr que el gobierno no encuentre resistencias que tomen forma de pensamientos inesperados a compartir el poder creativo de conectar ideas y cosas que normalmente no parecen conectables; se trata de expandir el conocimiento.”  Se propone entonces que una experiencia significativa es: aquella que ayuda a subvertir el pensamiento, pretendiendo provocar pensamientos inesperados que nos permitan conectar ideas y cosas que no parecen conectables, que buscan expandir nuestro conocimiento; pero en necesario agregar también, el expandir  nuestra sensibilidad, pues no solo somos seres racionales sino también sensibles por lo cual es importante incorporar este elemento a la definición.

El “hacer”, por ejemplo, visto desde una relación rizomática de etimologías y significados lo podemos entender como: una concepción, proceso y/o realización de “algo”, que puede ser material o inmaterial; El pensar y el sentir, no obstante ser procesos inmateriales pero pueden ser percutores de re-acciones trascendentes para el sujeto y en ocasiones para la sociedad.  Es por esto que cuando José María Parreño habla sobre como el alumno tiene que “hacer” para aprender; ese hacer, se puede entender como una invitación a “accionarnos”, mental en primer lugar y luego físicamente, provocando un hecho, que puede derivar en la materialización de ese algo o no.

Educación artística.

Pero, ¿qué se necesita para crear experiencias significativas?, Frente a esta pregunta  se retoma un comentario de Luis Camnitzer, sobre la educación artística: “ …hay que preparar al futuro artista para lo que le espera y equiparlo lo mejor posible analizando esa realidad, y ayudándole a funcionar en ella (…) tenemos la responsabilidad de desmitificar la realidad, de ponerla en el contexto socio-económico correcto y relativizar su importancia en términos de utilidad pública” ,  Esta educación que plantea Camnitzer tiene como eje el análisis de la realidad y su desmitificación, y esto se revela más complejo cuando el autor habla de provocar en el alumno una conciencia ética, a manera de “prostitución reversible” usando lo que él llama “cinismo ético”, en el cual de forma general plantea: Luego de haber definido los intereses particulares del estudiante, se le tiene que exponer cómo funciona el medio artístico, para que este utilice los medios a su disposición para potenciar sus intereses, siendo éticamente coherente con estos, usando la “corrupción sin corromperse”. 

En el libro consejos a un joven poeta, escribe Max Jacob escribe: “yo fundaría una escuela de vida interior y colgaría en su dintel este rotulo: Escuela de Arte” Esto induce a considerar que la complejidad de la “educación artística”, no se limita al plano académico, sino que se inserta en la vida particular del estudiante y del docente; Parreño habla de “cultivar obsesiones”, lo que es posible poner en paralelo con lo que plantea Camnitzer, y es esto lo provoca pensar en los procesos educativos y  puntualmente en el “aprendizaje” más que en una “educación” ya que es posible inferir que en estos procesos, según lo antes mencionado, quien marca la diferencia no es el docente sino el estudiante, partiendo como ya se menciono de sus particularidades, intereses y obsesiones, que definirán el proceso y por lo tanto el hecho. 
Sin embargo el rol del docente es determinante,  pues como dice Rudolf Arneheim: “un buen trabajo (...) se logra cuando se despierta la curiosidad natural del estudiante, cuando se moviliza el deseo de solucionar problemas y de explicar hechos misteriosos, cuando se le estimula la imaginación a proponer nuevas posibilidades”. Ya que, como menciona  Hito Steyeld, en ¿Una estética de la resistencia?:un hecho es resultado de un proceso de producción (…) Así pues, en este sentido el hecho se fabrica e incluso se inventa”.  En esa línea de ideas, es el docente quien puede potenciar este proceso fabricado o inventado.

Basándonos en los textos e ideas planteadas por: Joshep Beuys, Allan Kaprow y Luis Canmitzer, hemos de deducir que en sus clases o charlas se sugiere lo anterior, pues se da la ocasión para provocar experiencias significativas, sin embargo no todas estas dejarán un registro material trascendental que pueda ser consultado por personas ajenas a esta situación; No obstante, es probable que en los participantes si quede un registro sensible y racional trascendente. En estas charlas hay una cantidad limitada de participantes congregados en un espacio determinado, lo cual es necesario destacar, pues se reúnen a razón de un interés  común que se comparte en ese momento; es decir algún tipo de “relación” que genera un “espacio”, el cual es primeramente mental, pero que  en la actualidad puede ser físico o virtual. 

Bourriaud en su libro Estética Relacional hablando sobre espacios relacionales menciona: “creación o exploración de esquemas relacionales, estas constituyen micro-territorios relacionales fijados en el espesor del socius contemporáneo; experimentos mediatizados por superficies u objetos” ; estos se ven determinados por el contexto y la época en que se realizan, ya que el individuo responde a los códigos y problemáticas de éstas, las cuales añaden o suprimen particularidades; siendo como dice Juan Jesús Torres (un amigo): “el arte contemporáneo es el arte que solo se puede hacer hoy”. Se habla pues, de espacios y hechos predominantemente presentes, con bases en el pasado y con una visión a futuro, pues pretenden ser constructores de experiencias significativas que aporten a la persona.

Siendo necesario enfatizar en que existe un espacio físico o virtual, pero principalmente mental compartido, en el cual se da la experiencia significativa, y todos estos factores no dependen del Arte sino que se encuentran insertos en la vida misma. Es decir, que ha existido un desplazamiento del pensamiento, en los artistas antes mencionados donde el arte no era tan importante para ellos, como el mismo kaprow menciona en repetidas ocasiones, sino la provocación de experiencias significativas.

Sistemas educativos mercificados:

Pero al hablar del docente es necesario reflexionar sobre los sistemas educativos, pues éste responde a  los referidos sistemas; Y desde una experiencia personal me parece oportuno (en este momento) el comentario de Steyel cuando menciona que los sistemas educativos artísticos cada vez están más “mercificados”, lo que se podría considerar, como percutor de un grave problemática, que nubla el enfoque de la “educación artística”, ya que pareciera que esta se plantea, desde el medio artístico para el alumno y no desde el alumno para el medio artístico. 

La problemática de esto radica en que, de la primera forma (desde medio artístico al alumno) se le entregan una gran cantidad de datos y habilidades al alumno, que aunque pueden estar relacionados a ciertos intereses temáticos, técnicos, etc. son externos, no necesariamente están vinculados a su vivencia particular; lo cual puede provocar que se entienda el “Arte” como algo externo, como una especie de objeto de estudio y/o de reflexión, como sucede con un teórico por ejemplo. 

Esta situación cambia cuando se presenta la dinámica desde el alumno al medio artístico, ya que sus obsesiones e intereses particulares y su vivencia, son sus puntos de partida, los cuales mediante su cultivo podrían producir particularidades individuales que le permitan destacar en el medio. Así pues, si además al alumno  se le ayuda no a conocer sino a “analizar la realidad ayudándole a funcionar en ella” como menciona Camnitzer, es posible que el “arte” no sea percibido por el futuro artista, como un objeto de estudio, sino como parte intrínseca de su vida. 

Así como en los sistemas educativos, las instituciones artísticas se ven envueltas en esta “problemática”, ya que a lo largo de más de un siglo se han desarrollado escritos, definiciones, manifiestos, tratados y teorías sobre el arte; y durante el cual han surgido figuras como el curador, comisario, gestor, teórico, etc. Los cuales han hablado y siguen hablando por los artístas, algunos asumiendo en ciertos casos el rol de estos, permitiendo que algunos “artistas” pierdan la voz; convirtiéndose ellos (los comisarios, curadores, gestores, etc.) en los legitimadores del arte ante las instituciones, y por lo tanto en filtros de lo que se puede “institucionalmente” llamar Arte, potenciando así, que se hable de teoría del arte en lugar de hablar de arte.

 A pesar de lo anterior la problemática no es el rol que está cumpliendo el crítico, comisario o teórico, sino la falta de horizontalidad que puede existir en las relaciones, por ejemplo, entre el artista joven y el comisario institucional; el primero quizás por su falta de experiencia en el cultivo de sus intereses y conocimiento sobre el funcionamiento del medio artístico, y el segundo quizás por su responsabilidad para con la institución. Esta dificultad la he sorteado más de una vez y la conozco, es por esto se usa este ejemplo; sin embargo es probable que existan otras, relacionando otros sectores del medio artístico. Lo que provoca una no-horizontalidad del dialogo, enfatizada, (para el ejemplo anterior) por una deficiencia en el aprendizaje artístico.

Diálogo y propuesta artística:

Tal como ya se ha sugerido anteriormente, que para lograr estas experiencias significativas, es indispensable el diálogo; Por ejemplo: el artista que no se preocupa por provocar diálogos entre el otro y su propuesta, puede encontrarse con problemas para que el otro acepte dicha propuesta como arte, ya que depende de ese otro, profesional o mediatizado, en conjunto, la validación de dicha propuesta como arte o no. Es desde esta perspectiva que es necesario considerar que el artista no hace arte, sino propuestas artísticas. 

Ahora bien, apelar al otro u otros puede parecer un problema debido a la  diversidad de pensamientos que esto implica, pero en este caso no; ya que todos los públicos son reducidos, y esto implica que cada persona posee unos intereses y vivencias particulares que le lleva a decidir acercarse a ciertas temáticas, las cuales pueden ser comunes a la propuesta artística planteada, por lo que, aunque sean planteamientos abiertos con intenciones dialógicas, no tienen por qué pretender abarcar a un gran sector de la población o de la sociedad, lo cual tampoco sería contraproducente, pero quizás podría ser más complejo, ya que estamos apelando en gran parte a subjetividades.  

Pero, ¿Qué es “diálogo”?, hemos de entenderlo pues como un complejo proceso social de interacción, transmisión y negociación, el cual no es solo comunicación, sino un proceso más trascendente y significativo para los interlocutores, que les implica una comprensión mutua y una paridad de derechos, responsabilidades y condiciones entre las partes; es decir que ambas poseen las mismas cuotas de poder, y ambas se construyen mutuamente desde éste, propiciando un vinculo racional y emocional entre ellos. 
Para que se dé el diálogo es necesario que exista, entre estas partes, un vínculo, pues en este solo participan los interesados, me refiero a que se vuelve limitado, sin que por esto sea un espacio cerrado, dotándolo de la virtud de pluralidad y singularidad al mismo tiempo. 

Es entonces, una situación construida, que se puede convertir en deriva, a veces argumentativa pero también, inventiva, exploradora y creativa, cuya fluidez puede excluir una rigidez doctrinal, siendo cada diálogo una posibilidad de subversión, con la capacidad de provocar un cambio individual que puede repercutir en lo social.  

Todo lo antes comentado es un apelar al diálogo con todo lo que este implica, para provocar experiencias significativas a los involucrados, usándolo no solo como estrategia artística en una propuesta o en el medio artístico, sino como una estrategia vital que provoca un espacio físico o virtual, pero también mental compartido, en el cual, se da la experiencia significativa que deviene de un diálogo entre pares, permitiéndonos vivir la vida desde perspectivas individuales pero al mismo tiempo compartidas. 

Referencias:
Kaprow Allan, La educación del des-artísta, árdora express,  Madrid 2007.

Bourriaud Nicolas, Estética relacional, “arte-ensayos”, Buenos Aires, Argentina, 2006.

 HYPERLINK "http://www.gerardopulido.com/publicaciones" http://www.gerardopulido.com/publicaciones, Pulido Gerardo, el aula de Camnitzer, Revista Incubo, N° 3,  2008. Enero 14 2012.

Parreño  José María, Aprendizaje como práctica artística, conferencia inaugural del Curso 2011-2012 del Máster en investigación en Arte y Creación de la Facultad de Bellas Artes UCM

Steyerl Hito, ¿Una estética de la resistencia?, la investigación artística como disciplina y conflicto, traducción Malo de Molina Martha. 
 HYPERLINK "http://eipcp.net/transversal/0311/steyerl/es" http://eipcp.net/transversal/0311/steyerl/es 14 enero de 2012

 HYPERLINK "http://laberintosvsjardines.blogspot.com/2009/04/allan-kaprow-18-happenings-in-6-parts.html" http://laberintosvsjardines.blogspot.com/2009/04/allan-kaprow-18-happenings-in-6-parts.html Iglesia Luis María, 8 de enero de 2012
 HYPERLINK "http://www.madc.cr/joomla151/index.php/expos/esposiciones-anteriores-topmenu-76/222-luis-camnitzer-muestra-antola" http://www.madc.cr/joomla151/index.php/expos/esposiciones-anteriores-topm